Con diseños mucho más elaborados y atractivos, la señalética empieza a ser un elemento de decoración por sí mismo, ampliando las superficies destinadas a las mismas, e interactuando con los otros elementos de decoración del espacio en cuestión.
Generalmente en edificios, la señalética requiere de mayor cantidad de elementos para poder guiar correctamente a la gente.
La cartelería direccional debe dar al lector solo la información exacta y precisa para acceder al próximo nivel; cuando accede al nivel, se le expondrán solamente las opciones necesarias, y así sucesivamente.
Las palabras utilizadas en los letreros deberán ser simples y funcionales, evitando las abreviaturas específicas conocidas solamente por parte del personal.
En proyectos de envergadura, que ya están funcionando, recomendamos siempre utilizar prototipos en lugares específicos, para probar la eficacia, colores, visibilidad, etc.