Todo organismo pasa por etapas en las que tiene que tomar una decisión: hacer un restyling de marca. La imagen que perciben los consumidores a través de elementos visuales es fundamental para cualquier empresa, siendo estos elementos una parte vital del plano comercial de los negocios modernos. Veamos en qué consiste el restyling de una marca, cómo hacerlo y las implicaciones que tiene en la empresa.
Qué es el restyling de una marca
El restyling de marca o restyling de logo es el proceso que se lleva a cabo en la marca para cambiar el diseño de su logotipo. Este último es un elemento clave, ya que aporta identidad y es la imagen visible de la marca, por lo que no se puede considerar un simple elemento gráfico. A la hora de hacer el rediseño de una marca, esta se debe estudiar en profundidad, incorporando elementos característicos que tengan relación con su misión, visión, procedencia y cultura empresarial. Al ser un procedimiento tan importante, hay que tener en cuenta varios factores a la hora de desarrollarlo, además de las implicaciones que tendrá en el futuro de la marca.
Cómo hacer un buen rediseño de la marca
Hacer un cambio en la imagen corporativa es una tarea algo compleja, ya que debes tener en cuenta todo lo siguiente si quieres algo duradero, eficaz y característico:
- Estudia la historia de tu empresa, analiza lo que ha funcionado y lo que no ha gustado, tanto a los clientes como a los propios trabajadores.
- Elabora distintas propuestas y compáralas. El brainstorming puede servir de mucha ayuda, es un proceso que necesita creatividad y cualquier idea puede terminar siendo la definitiva.
- Visualiza a la competencia, aplica el benchmarking y estudia cuáles son los diseños que se aceptan y aquellos que caen peor a tu público objetivo.
- Define de manera correcta el target de tu empresa y adapta tu logotipo a este segmento de clientes.
- No olvides los pilares fundamentales de tu empresa a la hora de hacer un rediseño: valores, cultura, misión, visión y objetivos.
Qué implica el restyling de una marca
Cuando se realiza un restyling de marca, implica que varios factores visibles de la misma van a cambiar: logotipo, tipografía, imágenes, colores y mensaje. No vamos a alterar nuestro target, ni cambiaremos los objetivos de la empresa, simplemente le daremos una vuelta a todos los elementos visuales de la misma, de cara al público. Por tanto, debemos saber que este es un proceso complejo y que implica muchas tareas, entre ellas:
- Actualizar las redes sociales y página web con el cambio de logotipo en la empresa, así como todas las plantillas y documentos que lo incluyan.
- Cambiar los rótulos, carteles y pantallas publicitarias en las que aparezca el logo antiguo, para unificar la nueva imagen y hacer que el cambio sea visible cuanto antes. Este es un punto muy importante, ya que será la vía más rápida para hacer llegar el restyling a nuestros clientes.
Hacer un rediseño de marcas y logotipos es una tarea que requiere de mucha planificación, estudio y análisis, pero, si se ejecuta de manera adecuada, puede terminar siendo un éxito de cara a la publicidad y la mejora de la imagen de marca.